Cosemos sueños y éxitos empresariales en todo el mundo

   «Ya no cose ni tu abuela». Impresa sobre las camisetas amarillas de los empleados de la Retoucherie de    Manuela, la frase resume la clave del éxito de nuestra cadena de arreglos de ropa fundada por Manuela Rodríguez Losada, que en apenas 37 años ha construido un pequeño imperio de 340 establecimientos en 18 países. La Retoucherie es una empresa pionera y líder de un sector de rápido crecimiento, impulsado por la desaparición de las costureras tradicionales y la incorporación de la mujer al trabajo. «Lo mismo que antes se hacía en las casas, lo hacemos nosotros en nuestras tiendas», afirma Manuela Rodríguez.

Esta gallega de 72 años, vital y luchadora, es una mujer hecha a sí misma. La mayor de ocho hermanos, se crió durante la Guerra Civil y la posguerra y comenzó a trabajar en la confección a la edad de 9 años. A los 23, ya casada, emigró a Francia con su marido, cortador de zapatos a medida, en busca de nuevas oportunidades y un ambiente, según relata, «más acorde con nuestras inquietudes» que la gris España de los años cincuenta. «Empezamos de cero y poquito a poco fuimos abriéndonos camino», recuerda.

En París crió a sus cuatro hijos, dos niños y dos niñas. Trabajó primero en casa, haciendo arreglos por encargo, y luego para firmas de pret a porter. Años después, animada por sus jefes, nació la idea de montar su propia retoucherie(tienda de arreglos, en francés) en un centro comercial de París, embrión de lo que luego sería la Retoucherie de Manuela. «Siempre fui una mujer muy inquieta y emprendedora», recuerda la empresaria. «Me gustan mucho los retos».

Estreno en La Vaguada

Cuando su hijo más pequeño cumplió los 18 años, la familia decidió regresar a España y establecerse en Madrid. Manuela Rodríguez abrió su primera tienda española en La Vaguada, coincidiendo con la inauguración del centro comercial madrileño, en 1983. Era un local de 17 metros cuadrados que continúa en el mismo sitio y al que ella define como «una mina de oro». Con sus cuatro hijos incorporados al proyecto, hace diez años puso en marcha la expansión de la empresa mediante franquicias. El marido de su hija mayor creó la imagen de marca que identifica a las tiendas de la cadena: una cinta métrica en forma de lazo con los colores negro y amarillo.

Manuela Rodríguez defiende con pasión que el arreglo de ropa es un negocio con futuro porque no sólo prospera, como mucha gente piensa, en tiempos de crisis, cuando la clientela acude a las tiendas de arreglos para alargar la vida de una prenda. «Cuando la economía está más próspera la gente tiene más dinero, se compra más ropa y también hay que arreglarla», sostiene. «Lo que me ha dado fuerza todo este tiempo», añade, «es la seguridad de que siempre va a existir esa necesidad».

Sostiene Rodríguez que la Retoucherie ha contribuido a dignificar el oficio de costurera: «Yo no he inventado lo de los arreglos, pero sí podemos decir que los hemos llevado a un punto más profesional». Asegura que el éxito de su aventura empresarial puede servir de ejemplo a muchas mujeres en su situación. «Cuando empezamos la franquicia yo tenía 62 años. No soy única. Cualquiera puede hacerlo».

A nuestra Retoucherie de Manuela le han salido multitud de imitadores, pero su fundadora asegura que su imagen y su método de trabajo son la mejor garantía de que mantendrá el liderazgo del sector. «Somos profesionales de verdad. Hemos creado todo con mucho mimo, con mucho detalle. Todo está muy pensado y muy estudiado: el saber hacer, la imagen de marca, la atención al cliente… nada está improvisado», afirma. Cuando se le pregunta por las claves del éxito, responde: «Todo lo hemos hecho con mucho amor, y eso se nota en tu trabajo y en cualquier cosa que haces en la vida. Cuando haces algo de corazón, no tiene más remedio que salir bien».

De Casablanca a Shanghai

Manuela Rodríguez guarda como uno de los mejores recuerdos de su vida de empresaria el momento en que un grupo de hombres de negocios chinos se puso en contacto con la Retoucherie para abrir franquicias en su país. En el 2007 se abrieron tres tiendas, dos en Shangai y una Pekín. En ese mismo año en abril se abrió en Casa Blanca la primera tienda en el continente africano.

En el extranjero, la compañía se ha propuesto seguir creciendo en EE UU, Francia, Marruecos y China, y llegar a los países del este de Europa. La presencia de la Retucherie de Manuela es especialmente significativa en América Latina, donde sus tiendas son gestionadas por único máster franquiciado. De los casi 125 puntos de venta abiertos en el subcontinente, 60% de ellos están en Venezuela.

También tintorería

La Retoucherie de Manuela tiene varias líneas de negocio. Arregla prendas de vestir en corto tiempo, y también ofrece un servicio especializado en piel, cuero y gamuza. Las llamadas transformaciones creativas permiten al cliente utilizar las instalaciones de la empresa para reciclar y transformar sus propias prendas. La Retoucherie ha ampliado su oferta añadiendo limpieza y tintorería express en las tiendas llamadas Retucherie de Manuela Plus, así como trabajos de bordado.

Nuestras tintorerías y lavanderías se encuentran equipadas con tecnología de punta, maquinaria desarrollada por las empresas europeas de mayor experiencia, todo para garantizar los estándares de calidad de nuestra marca.

Todos nuestros empleados y franquiciados asisten a cursos de formación, donde aprenden a trabajar al estilo de la casa. Aunque ya sepan coser, tienen que aprender su sistema exclusivo desde el principio. «Yo voy por la calle, veo que una persona lleva una prenda arreglada y sé si está arreglada por la Retoucherie o no», asegura Manuela Rodríguez.

Cosemos tus sueños de tener tu propio negocio. Por eso y mucho más, conviértete en gente Retoucherie….gente que estrena!

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